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CP Entrega#5: Ciudadanía y Liderazgo, lo privado y lo público


La importancia del ciudadano

En Voluntad Popular como en todas las corrientes de pensamiento socialdemócrata creemos que el bien común es lo más importante y en gran medida este se superpone las individualidades, pero dentro de nuestra visión progresista el individuo es un factor central, en Voluntad Popular creemos en el individuo como el centro de la política y creemos que cada quien tiene el derecho de desarrollar su libre albedrio como mejor le parezca dentro de la sociedad, entendiendo que para alcanzar las metas individuales una persona debe colaborar y entenderse como parte esencial del colectivo. En este sentido creemos que el respeto de las individualidades, pero también, en que al formar parte de una sociedad tiene una responsabilidad  con esta, por eso cuando promulgamos que todos los derechos sean para todas las personas, también hablamos de deberes, entendiendo a las personas como ciudadanos activos de una sociedad.

Creemos que, la ciudadanía responsable es el punto de equilibrio entre lo individual y lo colectivo, todos somos responsables de a dónde se dirige nuestra sociedad, y tenemos el deber de participar en las decisiones públicas, entendiendo que el beneficio de la sociedad es el beneficio de cada uno de los miembros que la conforman y de la realización prácrica del Estado social de derecho. En este sentido creemos en el  valor de la diversidad que admite que cada persona  es diferente a las demás, y por lo tanto cada quien tiene su propio camino a la felicidad que debe ser respetado; debemos no solo admitir y tolerar, sino promover la expresión de nuestras diferencias con respeto, pues eso enriquece la democracia. Creemos también que la justicia es un valor central que debe regular las acciones de los individuos, para que todos tengamos una igualdad de condiciones y oportunidades para que cada quien pueda alcanzar sus sueños, y finamente creemos que todo progresista debe estar guiado por la solidaridad, como valor que lo hace apoyar a otros. En este sentido, arropado por los valores de la justicia, la diversidad y la solidaridad, los progresistas de centro izquierda, entendemos la relación entre la libertad y la igualdad como algo inseparable, y estamos en pie de lucha para construir este modelo de sociedad. Por ello, creemos en el trabajo social, la participación ciudadana y el activismo político como herramientas de trasformación; en este sentido rescatamos  y reivindicamos la política como el mecanismo mediante el cual los ciudadanos solucionan sus problemas.

 

Lo privado y lo público

Dentro de nuestra visión progresista de la política, entendemos que “lo público” no se limita solamente a acciones de los ciudadanos en política, creemos que toda acción social que contribuya a soluciones para mejorar la vida de la colectividad, es una acción pública y puede considerarse en este sentido “política” y creemos también que las acciones de los ciudadanos en su ámbito privado pueden también contribuir con el bienestar general.

Así pues reivindicamos la libertad de cada individuo de perseguir su sueño y acoplarse al proceso productivo bajo la profesión que desee, revindicamos el emprendimiento privado y la innovación como mecanismos no solo de progreso social, sino de liberación para dedicarse a perseguir sus aspiraciones, y también revindicamos la competencia justa y limpia, como mecanismo que hace que los emprendedores produzcan lo que la sociedad demanda y generen productos de calidad.

En este sentido en Voluntad Popular reivindicamos el esfuerzo y el trabajo de cada quien, como mecanismo por excelencia para el ascenso social y así reivindicamos la remuneración al trabajo duro, que debe ser justa en comparación con la remuneración al capital y a la especulación financiera.  En este sentido, condenamos la centralización productiva en manos del gobierno, que reparte los medios de producción entre sus testaferros generando monopolios improductivos, de los que solo se benefician los boli burgueses asociados a la cúpula corrupta que hoy gobiena.

En este sentido Voluntad Popular es consecuente con el pensamiento de todos los partidos con tendencia socialdemócrata del mundo, poniéndose del lado del trabajador y del consumidor, quienes se ven negativamente afectados por la centralización del proceso productivo en monopolios estatales, creemos que la iniciativa privada y la economía de mercado, pueden traer progreso a una sociedad  pero solo cuando en esta hay un gran número de emprendedores que compiten y generan productos innovadores para satisfacer las necesidades del pueblo. Creemos que para que esto ocurra, la intervención del estado es muy importante para asegurar una competencia justa y evitar los monopolios, y promover una economía productiva, pero también creemos que la labor de cada ciudadano cuenta. La cúpula corrupta que hoy gobierna, le prometió esto al país pero solo ha generado más desigualdad y más sometimiento del ciudadano, creando nuevas elites económicas y quebrando todas las pequeñas y medianas empresas que habían sido construidas con el esfuerzo de los venezolanos. Podemos tener un equilibrio entre lo privado y lo público, si se valora el trabajo y la innovación, si se le da espacio a la competencia y si se interviene para estimular el crecimiento en lugar de limitarlo; sí es posible tener una Venezuela productiva,  ese será el único camino real para la democratización de los medios de producción.

Un partido de líderes

En Voluntad Popular creemos que dentro de las relaciones entre los ciudadanos y lo público, los partidos políticos juegan un papel fundamental, pero los modelos de partido político en Venezuela han sido insuficientes, se hace necesario entonces cambiar la forma de hacer política, hacia un modelo más participativo. Es por esto que Voluntad Popular de constituye como un partido político de líderes donde se construye La mejor Venezuela de abajo hacia arriba. Estamos comprometidos con un modelo que supera el “centralismo democrático”, que ha gobernado los partidos tradicionales de Venezuela; esta estructura leninista de partidos políticos, le quita el poder a los líderes comunitarios, y se los da a las cúpulas. En Voluntad Popular los líderes de base participan, deciden y gobiernan, por lo que se generan una dinámica de permanente acción e innovación; creemos en una política abierta, que ve las acciones políticas, más allá de las elecciones, que entiende la protesta pacífica, como un mecanismo de cambio social, porque es el deber de todo líder político, activar a la sociedad para cambiar y solucionar sus problemas.

En tal sentido superamos la tendencia militarista de la política venezolana estableciendo una visión distinta de la política Voluntad Popular no tiene “militantes” (del latín milites = soldados) sino activistas, que proviene del verbo latino activare (activar), nuestros Activistas son mucho más que Militantes,  son agentes de cambio que activan a la sociedad para cambiarla, están comprometidos de forma consiente con las líneas del partido, pero son en sí mismos una fuente de liderazgo y cambio.  El activismo social y las redes, son la base de nuestra organización. Para poder aspirar a cargos de dirección o de representación popular, la persona tiene que ser un activista y conocer el trabajo social.  De esta forma en Voluntad Popular, asumimos la política como un compromiso moral y ético de servicio, comprometidos con la prosperidad y la realización de los venezolanos. Creemos en partidos abiertos, donde los líderes se miden en elecciones constantes y no temen probar su liderazgo. Con esto estamos apuntando desde nuestro accionar, a una nueva relación de los ciudadanos con la política, y avanzando en ese camino hacia la democracia abierta en la que soñamos con La Mejor Venezuela.

Caracas, 31 de Octubre 2014