Carlos Luna

El Problema de la Democracia Venezolana a nivel internacional


 

Por Carlos Luna Ramirez

Director de la Escuela de Estudios Políticos de la UCV

@carlosjrlunar

 

Hace una semana fuimos testigos de cómo tres Ex – presidentes latinoamericanos vinieron a nuestro país para asistir a un foro sobre “El Poder Ciudadano y la Democracia”: Andrés Pastrana Arango (Colombia), Sebastián Piñera (Chile) y Felipe Calderón Hinojosa (México). Estos tres ex mandatarios de nuestra región, dejaron claro, no con armas, ni con conspiraciones, planes magnicidas y Golpes de Estado, sino con ideas y con debate políticos y hechos fácticos, lo débil e ineficiente de la Democracia venezolana y las fallas de nuestro sistema político, argumentos esgrimidos desde 2014 por Voluntad Popular.

A pesar de que la Venezuela bajo la “Revolución Bolivariana” puede jactarse de ser el país que más elecciones ha llevado a cabo durante los 16 años del régimen, este proceso “Referendario o Electoralista” no necesariamente es una Democracia. Este mismo solo cumple con el requisito de partida que es la Elección Universal, Directa y Secreta de las autoridades que forman parte del Poder Público Nacional susceptibles de ello, lo cual se constituye en Democracia legítima por vía del Origen. No obstante, y como el poder es ejercido por seres humanos cuya racionalidad es limitada y los pensamientos cambiantes, que están influenciados por las ambiciones y demás bajas pasiones, el mismo puede ir alejándose de las buenas intenciones que inicialmente lo impulsaban a la acción.

Es por ello que se ha vuelto objeto de la Ciencia Política en la última década del siglo XX y las dos primeras del siglo XXI, el tema de la Legitimidad de Ejercicio de la Democracia, o lo que es lo mismo, cuáles son las categorías y/o requisitos que hacen a este sistema perfectible, y susceptible de mejorar en cuanto a su calidad por y para los ciudadanos. Allí es precisamente que los Ex – presidentes pusieron su acento en cada una de sus intervenciones la semana pasada.

Primero que nada, hablaron de que en toda Democracia debe imperar el Estado de Derecho y la Justicia, es decir, que los ciudadanos nacen libres, pero a su vez ceden parte de su libertad en función de garantizar su seguridad en el marco de un “Contrato Social” que da sentido y razón al Estado como el conjunto de instituciones que velarán por el bienestar de todos los involucrados, en una relación de Co – responsabilidad donde todos tenemos que cumplir con deberes y exigir derechos para la sustentabilidad del sistema en el tiempo.

Cuando el Estado pierde esta función de velar por la paz, la seguridad y el bienestar de los ciudadanos, pierde también su razón de ser; además de que luego del advenimiento del Estado, los ciudadanos son iguales ante la ley, por lo que cualquier anomalía en el sistema hará que unos sean más privilegiados que otros, dejando la puerta abierta a la desigualdad, a la persecución, a la injusticia y peor aún a la impunidad que corroe cualquier sistema social, ya que existen “unos más iguales que otros”.

Otras de las características de la Democracia Moderna es el respeto a la División de Poderes, a los Derechos Humanos, a la Libertad de Pensamiento, de Expresión y de Opinión, a la Pluralidad de Ideas, a la Tolerancia, a la competencia de partidos para acceder al poder en igualdad de condiciones y con un terreno nivelado, entre otras.

Todas… Absolutamente todas estas características están siendo violentadas en el marco del Sistema Político venezolano actual, que sufre de una bicefalía, dado que existe un fundamento legal y formal del mismo, que es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999; pero su funcionamiento real se lleva a cabo a través de los Planes Económicos y Sociales de la Nación –Plan Socialista “Simón Bolívar” (2013-2019) y el llamado “Programa de la Patria” (2013-2019), a través de una “Paraconstitucionalidad”, que prevé el cambio de un Estado Liberal y el logro, consolidación y profundización de un Estado Socialista-Comunal, donde el poder fundamental es el Ejecutivo, donde se concentra y de donde emana el poder, estando el resto de los cuatro poderes supeditados a él, sin libertad ni autonomía; estableciendo una diferenciación cruda entre “Ciudadanos y Habitantes”, siendo para los que ostentan el poder los primeros, solo aquellos que profesan su ideología cual credo dogmático y quienes son los únicos capaces de gozar de plenos derechos en la sociedad; mientras que los segundos somos quienes nos oponemos a postrarnos ante los designios  del “Líder supremo” y sus seguidores y luchamos contra su Status Quo, cosa que nos hace carentes de derechos, y por ellos ser ciudadanos de segunda, quienes no pueden protestar, alzar la voz irreverente, y quienes pudiéramos perder nuestra vida tan solo por ejercer ese derecho.

Muestra de ello son nuestros líderes, Presos Políticos y Presos de Conciencia, Leopoldo López, Daniel Ceballos, Rosmit Mantilla y cientos de estudiantes, esto sin contar nuestros muertos, y nuestros presos en libertad… Si, presos en libertad, víctimas de las colas, de las penurias del desabastecimiento, de la miseria, de la inseguridad, quienes no pueden ejercer su libertad ciudadana de expresarse, de disentir y protestar, producto de la peor de las dictaduras… De la dictadura del miedo que es la que nos hace súbditos de este sistema inviable que atenta contra la dignidad humana.

Lo de los Ex – presidentes no es sino solo una voz de alerta de ellos a la Sociedad Internacional para que la misma no sea indiferente, a pesar de que los Estados no se mueven por preceptos morales sino por intereses, a la tragedia de un pueblo que clama y lucha por su libertad y que no quiere que se levanten “Muros” – por palabras de Felipe Calderon, que impidan ver lo que acá pase… El que  tenga ojos que vea.